La primera etapa de La Gatoteca.

Todo lo que hicimos desde 2013 a 2020 en nuestro antiguo local.

7 años de trabajo y más de 450 adopciones.

La primera La Gatoteca era un establecimiento gestionado por la asociación sin ánimo de lucro ABRIGA. El proyecto abrió sus puertas en octubre de 2013 en la calle Argumosa 28 de Madrid, viéndose obligada a cerrar en septiembre de 2020 por la situación provocada por la COVID-19. Buscaba dar visibilidad a los gatos sin hogar que conformaban su colonia, con la esperanza de que la interacción entre los visitantes y los gatos fomentara adopciones responsables y esto permitiera ayudar a más gatos. Así pasaron más de 450 por las instalaciones en los casi 7 años de recorrido que tuvo.

No era necesario acudir con la idea de adoptar un gato, simplemente realizar una visita y disfrutar de nuestros gatos les ayudaba a ellos a socializar y estar colmados de juego y afecto humano. El proyecto también daba oportunidad a nuestros visitantes de interactuar con gatos sin la responsabilidad de una adopción definitiva; también nos ayudaba a desmitificar falsa información sobre la figura del gato y su carácter, concienciar sobre una tenencia responsable y el actual problema de abandono animal.

Home, purrr home.

Nuestro espacio no era como una cafetería al uso, realmente se asemejaba más al salón de una casa, de 160 metros cuadrados y dos plantas, acondicionado tanto para el bienestar de los gatetes, como para el confort de los humanos. Los gatos de nuestra colonia se movían libremente por el espacio, jugaban, dormían, se acicalaban… y nuestros visitantes podían ir recorriendo el espacio e interactuar con ellos. Solo existían ciertas zonas que estaban reservadas exclusivamente para nuestros felinos, las cuales estaban señalizadas y a las que solo podía acceder el personal de ABRIGA.

Gracias a todos.

Tenemos que dar las gracias a muchas personas por todo este gran proyecto que ha sido La Gatoteca. Comenzamos…

Gracias al equipo ABRIGA. A Julio, Noe, Uge, Carol, Amaya, Guille, Cris, Irene, Elena, Isa, Sara… Sin vosotros, esto no hubiera sido posible. Juntos hemos sido familia, entre nosotros y con los gatos. Habéis sido un pilar indispensable, y juntos hemos vivido momentos fantásticos, y otros muuuuy complicados. Pero siempre que teníamos un mal día, achuchábamos un gato, y seguíamos luchando por La Gatoteca. GRACIAS de corazón.

Gracias los voluntarios. Todos los que han hecho su catwalk por nuestro salón felino, ayudando al equipo ABRIGA a que a los gatos no les faltara de nada. Que habéis ayudado a nuestros visitantes a tener la mejor experiencia posible, nos habéis echado una pata en eventos, limpiando cada lunes, ayudando con las mejoras del local, haciendo fotos de los gatetes, con vuestros superpoderes… Sin vosotros, hubiera faltado una rueda al carro. Millones de gracias.

Gracias a nuestros visitantes. Porque habéis sido los que habéis sustentado el proyecto todos estos años. Habéis sabido apreciar todo el esfuerzo que había entre esas cuatro paredes que eran La Gatoteca, habéis venido por primera vez, y muchos habéis vuelto, en la mayoría de ocasiones con algún amigo que no nos conocía todavía. Gracias por todo el apoyo y cariño que nos habéis mostrado, porque los protagonistas eran los gatos, pero sin todos vosotros, no hubiera existido el proyecto…

Gracias a los adoptantes. Porque confiasteis en nuestro método de adopción, en la sabiduría del equipo y en todo el trabajo que hacíamos a diario por recuperar a nuestros gatos. Muchas familias que habéis adoptado a vuestro primer gato, al compañero ideal para el que ya convivía con vosotros, que os habéis lanzado a la piscina con incluso una triple adopción… Siempre decíamos que los gatos de La Gatoteca eran como nuestros hijos, y estamos orgullosos de que hayan encontrado el hogar que necesitaban con vosotros.

Gracias a todos profesionales que nos han apoyado. Desde grandes veterinarios como Edurne de vetsana o Gema, a otros profesionales como Uli de mimiga, Laura trillo de terapia felina o muchísimos más. Marcas que vieron todo lo bueno que hacíamos por los gatos, como Puromenú, Hagen o Trixie, gracias a vosotros no les faltaba nada a nuestros gatetes y podían ser felices y darse a conocer para conseguir sus hogares. Siempre hemos vivido al límite de fondos económicos, y vuestra ayuda fue indispensable para poder continuar.